Siente las horas detenerse entre el azul del mar y el blanco de la costa, mientras te llega el aroma de unos deliciosos espetos de sardinas. Cierra los ojos, sumérgete bajo las olas o deja que el calor de la Malagueta te seque la piel. No muy lejos, las calles están llenas de vida, con bares, terrazas y buen ambiente. Málaga tiene esa solera que hizo soñar al mismísimo Picasso. A veces, sin embargo, quizá lo mejor sea seguir tirados en la arena y decir aquello de: “cinco minutos más…”.

Málaga es un nuevo destino para las empresas, para la investigación, para la innovación. Málaga está de moda.
¿Te la vas a perder?