Estratégicamente ubicada entre Madrid y Barcelona, la capital de Aragón es una urbe cosmopolita y excitante. Visita la Basílica de Nuestra Señora del Pilar, donde podrás disfrutar de la mejor panorámica de toda la ciudad, descubre su legado musulmán en el Palacio de la Aljafería, y termina el día disfrutando de placeres gastronómicos en forma de tapas en la callejuela más mítica del casco histórico: El Tubo. Por si fuera poco, la inmejorable hospitalidad y buen hacer del carácter maño convierten a la ciudad del Ebro en uno de los destinos más atractivos para cualquier viajero.​